Lo que acontece en el cuerpo acontece en el mundo, en lo particular, y en lo general. La danza es un puente que posibilita el despertar de las imágenes internas; imágenes que aparecen y comunican, rescatando aquello que existe y está presente en todos, más allá de las ausencias o limitaciones físicas o sensoriales. El cuerpo es un instrumento del lenguaje.
John L. Austin, filósofo inglés del lenguaje, planteó que el lenguaje, además de describir y constatar lo que ya existe, es capaz de generar nuevas realidades. Es decir, construimos futuro y transformamos el mundo a través del lenguaje. Porque es lo que hace de los seres humanos el tipo particular de lo que somos, seres que vivimos en el lenguaje, seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia. El lenguaje no solo nos permite hablar sobre las cosas: hace que ellas sucedan. Es generativo. Por lo tanto, el lenguaje es acción, crea realidades.
El filósofo estadounidense del lenguaje John Searle, sostuvo que, sin importar el idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos. Los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos y ofertas. Estas acciones son universales. No solo actuamos de acuerdo con lo que somos, también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace. Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.
La Fonoaudiología evalúa, diagnostica e interviene en los trastornos de la comunicación humana, así como también en la comunicación humana normal y busca optimizar su uso.
Por su parte la danza se trata de la ejecución de movimientos al ritmo de la música que permite expresar sentimientos y emociones. Como lenguaje artístico se alimenta de distintas áreas del arte como la música, escultura, fotografía, cin, poesía, literatura; de influencias arquitectónicas y de urbanismo entre otras.
La danza a través del movimiento estimula la capacidad creativa de las personas, contribuyendo a su desarrollo personal y social, en cuanto a la integración de los procesos motores, sensoriales, intelectuales, cognitivos e intuitivos, potenciando la diversidad funcional inherente a cada ser humano. De esta forma se considera a la danza como lenguaje de comunicación no verbal.
Las imágenes que nos rodean se perciben y se manifiestan a través de los sentidos. El mundo está conformado por imágenes no solo visuales, sino también olfativas, sonoras, táctiles; poseen un contenido de diseño, forma, textura, peso, volumen, color; son parte del mundo audible y no audible; del mundo olfativo, del mundo de palabras. Las imágenes no son más que representaciones de cosas, reciben nombres pero en esencia están constituidas por la experiencia sensorial que las ha captado y sintetizado en una palabra.
Al referirnos al término danza, indefectiblemente el cuerpo debe saber comunicar. Para ello debe aprender a hablar, del mismo modo que sucede con la palabra. Por lo tanto, la danza constituye un excelente instrumento en el área de la Fonoaudiología, para estimular el desarrollo del lenguaje.
Por Pamela Rojas
Fonoaudióloga y profesora de danzas
pame.rojas92@hotmail.com
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